Nota por Víctor Hugo Juárez
Entrevista y edición de vídeo por Andrea Cordero
Puebla MGZ.- Desde hace cuatro años, Dana Vega se sumergió en el mundo del Triatlón para encontrar su verdadera pasión y poner en alto el nombre de Puebla y México solo por amor al arte, pues a diferencia de otros deportes, aquí no hay premios ni apoyos por cada triunfo, más que la satisfacción de competir en una competencia mundial que financia con recursos propios.
Desde que entrena este deporte, Dana ha competido en cinco medios Ironman y dos Ironman completos, que en el primer caso representa 1.9 km de natación, 90 km de bicicleta y 21 km corriendo; mientras que en el segundo son 3.8 km de natación, 180 km y 42 km de correr.
Para competir en este deporte de alto rendimiento, Dana entrena dos veces al día todos los días de la semana, la primera sesión en la mañana y la segunda sesión por la tarde, después de salir de trabajar como Agente Comercial de Seguros en la Financiera de Volkswagen.
En entrevista con Puebla Magazine, Dana comparte qué es lo que la motiva a realizar este sacrificio y ejemplo de disciplina todos los días.
“Me encanta, esa sensación siento que es única, la verdad es que una vez que ya lo estás haciendo me llena mucho. Esa sensación de competencia, de llegar a la meta, del tapete, o sea toda la adrenalina que sientes en la competencia”.
Reconoce que la parte más difícil son los entrenamientos, pues como todo ser humano hay días que el cansancio se apodera de ella, pero sus objetivos la empujan a dar el paso más difícil.
“La verdad es que el entrenamiento es lo más difícil, como que ha días que sí digo que no quiero o no puedo, pero solo acordarme del momento en el que llegas a la meta, en el que estás en la competencia, en el que lo disfrutas digo que vale cada minuto de sufrimiento”.
Sin duda, el reto más fuerte en su vida fue el mundial de Kona, un sueño que tuvo desde que inició esta aventura y para el que dio el primer paso tras ganar el medio maratón de Cozumel, sin embargo, una operación de apéndice un mes antes de la competencia casi la deja fuera.
“Yo me acuerdo todavía en el quirófano llorando, no por el dolor, sino porque tengo una competencia en un mes y es mi sueño y no ir, no hay forma de pensarlo, ya está todo pagado, necesito ir”, platicó.
La pérdida de masa muscular y los puntos frescos por la reciente operación la alejó de los primeros 10 lugares que tenía como meta, sin embargo, eso no le impidió concluir la competencia y quedar entre los primeros 30, un logro excepcional en el estado de salud en el que estaba.
Reconoce que el triatlón es un deporte caro y aunque este año volvió a ganar el medio triatlón de Cozumel, que le dio el pase al mundial, tuvo que rechazarlo porque en ese momento no tuvo los recursos para financiarlo.
“Por ganar no te dan un centavo, al revés, te cobran para ir al mundial. Tú pagas tu avión, tu hospedaje, tú llevas la bici, la verdad es que no es un deporte barato”, explicó.
Eso no la detiene y está próxima a buscar su pase de nuevo, por lo que ya entrena para el próximo medio triatlón que se realizará en Acapulco el próximo primero de diciembre.
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