Fomenta el cuidado de los hongos de La Malinche, su consumo sustentable y la cultura de San Miguel Canoa
Por: Yassin Radilla (@yassinradilla)
Los hongos no son sólo portobellos y champiñones. A menos de una hora del centro de la ciudad de Puebla, en San Miguel Canoa, desde 2009 el Colectivo Yolaltepetl realiza la Feria de los Hongos Silvestres, para mostrar la gran variedad de especies y su valor nutricional, crear una conciencia ecológica y reconocer las contribuciones de dicha comunidad en su cuidado, mientras los asistentes viven una experiencia enriquecedora en medio de la naturaleza que habita el Parque Nacional La Malinche.
La zona poblana de La Malinche ha sufrido estragos a causa de la deforestación, el cambio en el uso de suelo y los cada vez más frecuentes incendios forestales, lo que ha comprometido la vida de diversos organismos fundamentales para garantizar la biodiversidad que distingue la región, como los hongos, que también tienen una relevancia cultural en dicha comunidad.
En entrevista para Puebla Magazine, Miriam Toxqui, maestrante en Ciencias Ambientales por la BUAP e integrante de este colectivo, explicó que entre los propósitos de esta feria es dar a conocer la relevancia ecológica de los hongos para San Miguel Canoa, así como el rol fundamental de esta población en su preservación. En otras palabras, el festival pretende impulsar la 'micofalgia', que se puede entender como la cultura de los hongos comestibles.
A través de actividades de camping, exposiciones y pláticas informativas, funciones de cine, talleres de cocina y de cultivo, recorridos por el bosque y la comunidad, esta iniciativa busca que se reconozca más el valor nutricional de los hongos y, por tanto, se consuman más, fuera de San Miguel Canoa.
Sobre la relevancia social y ambiental de esta labor, Toxqui recordó las aplicaciones de los hongos en procesos ecológicos como las técnicas de mico-remediación y mico-restauración; en cuanto al consumo humano, recordó que, por su alto contenido proteico y bajo contenido en grasa, los hongos son una gran alternativa a la ingesta de carne.
"Que también sepan que no sólo existen las zetas, champiñones o portobellos que llegamos a encontrar en centros comerciales, sino que existe una gran variedad de hongos dentro de La Malinche, los cuales pueden ser utilizados en distintos guisados, como el mole, pipián, tamales, sopas o asados", comentó Toxqui.
Para la entrevistada, su consumo, al menos del tipo que se realiza en San Miguel Canoa, no compromete a los hongos: "lo que hacen en la comunidad es muy tradicional; implementan los saberes tradicionales, entonces no hay ninguna afectación ecológica de parte de ellos".
"Si nos adentramos a descubrir como es la colecta de los hongos, un 'nanacatero' u honguero sale a las cinco de la mañana y recolecta hongos en aproximadamente de 7 a 10 kilómetros de recorrido, y se tarda de 10 a 12 horas en lo que va a la montaña. Baja a la comunidad, recorre las calles, y los vende", detalló.
Precisó que en La Malinche el problema como tal son las reforestaciones, el cambio en el uso de suelo y los incendios. "Eso sí pone en peligro el crecimiento de los hongos. También por ello es que se quiere dar a conocer la importancia que tiene la comunidad en su cuidado a nivel social y ecológico", apuntó.
La Feria del Hongo nació por el interés de los chefs Miguel Ángel Reyes y Jorge Reyes, quienes pertenecen a dicha comunidad, de hacer una aportación a la oferta eco turística de la zona.
A cinco años de la primera edición de la feria, el Colectivo Yolaltepetl está integrado por un equipo interdisciplinario conformado por los nanacateros (o recolectores de hongos) Félix García y su hijo Pedro García y el biólogo Edgar Cabrera, además de los ya mencionados.
La quinta edición de la Feria de los Hongos Silvestres está anunciada para el próximo 9 y 10 de septiembre. Mientras llega esa fecha, el colectivo realizará diferentes actividades previas que anunciarán en sus redes sociales.
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