La cineasta tiene un currículum brillante detrás de las cámaras, pero comenzó su carrera como actriz de cine independiente
Muchos conocieron a Greta Gerwig (Sacramento, 1983) como la desubicada Frances Ha en la película del mismo nombre que dirigió Noah Baumbach en 2012, aunque la californiana ya había debutado ante las cámaras seis años antes, con un papel secundario en LOL. Ahora, diez años después de aquel salto al estrellato indie –que coincidió con un pequeño papel en A Roma con Amor, de Woody Allen–, puede presumir además de ser una de las directoras de cine más respetadas con dos largometrajes que han recibido el halago de la crítica, Lady Bird y Mujercitas, y un tercero en camino que promete acaparar todas las conversaciones en 2023, Barbie.
Las filtraciones en forma de fotografías de sus protagonistas desde el rodaje de Barbie en enclaves como la playa de Malibú han despertado una inesperada fiebre por esta película que dará la vuelta a la mitología de la que puede ser la muñeca más famosa de la historia. Margot Robbie y Ryan Gosling han sido captados en diferentes situaciones ataviados al más puro estilo 80 de estos juguetes. Ellos son, según se ha podido saber, los Barbie y Ken canónicos, pero la cinta apostará por mostrar otras realidades en Barbieworld, un mundo en el que la imperfección se castiga. Hari Nef, Emma Mackey, Nicola Coughlan, Will Ferrell, Michael C era, Kate McKinnon o Emmerald Fennell completan el reparto. Pero, ¿qué lleva a estos nombres de primer nivel en Hollywood a querer participar en un filme que flirtea peligrosamente con la posibilidad de terminar siendo ridiculizada (o ridícula)? Quizá, el hecho de que las películas de Greta Gerwig hayan sido nominadas en once ocasiones a los Premios Oscar en los últimos cuatro años tenga algo que ver.
Aunque en 2008 ya había probado a ponerse tras la cámara en Noches y fines de semana, una película que dirigió junto a Joe Swanberg y lo que demuestra que sus inquietudes como realizadora llegaron antes que sus deseos de ser actriz, no fue hasta 2017 cuando lo hizo en su primer largometraje en solitario. Lady Bird llegaba a los cines a finales de aquel año, con una Saoirse Ronan como protagonista con la que parece haber formado una sólida relación de musa y directora desde entonces. La actriz encarnaba a una adolescente a punto de cumplir la mayoría de edad en Sacramento, la ciudad de nacimiento de Gerwig y la señal de que podría tratarse de una historia con tintes autobiográficos. Lady Bird, pues así quería ser llamada la protagonista, era una chica algo repelente con ganas de comerse el mundo como artista en un lugar en el que se siente incomprendida. Mejor película, Mejor directora, Mejor actriz protagonista, Mejor actriz secundaria y Mejor guion original fueron las nominaciones que consiguió el largometraje en los Premios Oscar, un hito incontestable para una cinta dirigida por una mujer con un presupuesto reducido.
Dos años después llegó Mujercitas, ya con el apoyo de los grandes estudios y muchas posibilidades inimaginables para la directora. Ahí sí, toda la nueva aristocracia de Hollywood quiso subirse al barco para volver a recrear en la pantalla este clásico de la literatura que ya en 1994 llegó a los cines (en una versión, para muchos, perfecta). Si Gerwig consiguió o no superar a la versión noventera es algo que el tiempo confirmará, pero este largometraje protagonizado de nuevo por Saoirse Ronan y con Timothée Chalamet, Emma Watson, Florence Pugh, Meryl Streep o Laura Dern en el reparto –lo dicho, aristocracia de Hollywood– se hizo con el favor de la crítica y volvió a llevar a Gerwig hasta el Dolby Theatre de Los Angeles. Mujercitas se alzó con seis nominaciones a los Oscar de 2020 y se marchó a casa con la estutilla a Mejor diseño de vestuario.
Con Barbie intentará volver a demostrar que conforma una pareja artística inconmensurable junto al que ha sido su pareja (sentimental) desde 2011. Juntos han construido lo que Gerwig parece haber encontrado en Saoirse Ronan. En un principio, la cineasta se convirtió en la protagonista de las películas del director –la mencionada Frances Ha, Greenberg o Mistress America, entre algunas otras– y después empezaron a construir juntos los guiones de sus historias. Ahora el relato se da la vuelta y es Baumbach el que firma los libretos de la películas de Gerwig. Así ha sido con Barbie y parece que la colaboración no tiene visos de que vaya a terminar en el corto plazo.
Por si todo esto fuera poco (y para regocijo de los fans de su vis interpretativa), Greta Gerwig es una de las protagonistas de White Noise, la adaptación a la pantalla de la novela de Don DeLillo que llegará a los cines en algún momento de este año. ¿Su director? Efectivamente, Noah Baumbach.
Fuente: Vogue España
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