No hace falta buscar un paraje recóndito para evadirse de los problemas o mejorar el estado de ánimo. Sería lo ideal, pero no todo el mundo puede hacerlo y menos con la frecuencia deseada en tiempos del coronavirus, que nos está poniendo a prueba. Por ello, conviene tener en mente algunas alternativas que cuentan con el respaldo de la ciencia para tratar de aliviar la carga.
Un estudio a cargo de expertos de la Universidad de Michigan (EEUU) asegura que no es necesario abandonar el entorno urbano para tratar de reducir los niveles de estrés. Basta con unos minutos de paseo o sentarse en un lugar que haga sentir en contacto con la naturaleza para reducir los niveles de cortisol, la hormona responsable del estrés.
Los resultados de la investigación, publicados en la revista Frontiers in Psychology, recogen una reducción de estrés gracias a las denominadas ‘píldoras de naturaleza’, que lograron disminuir en más de un 20 por ciento los niveles de cortisol durante las 8 semanas que los participantes estuvieron en contacto con un entorno natural, que pudieron elegir libremente tanto el momento del día como el lugar y a los que solo se pidió que fuera con luz diurna y evitar hacer ejercicio, el uso de redes sociales, internet, llamadas telefónicas, conversaciones y leer.
Jardín y vistas
Otra investigación, en este caso de la investigación de la Universidad de Plymouth (Reino Unido) concluye que se puede reducir la tentación respecto a determinados hábitos poco recomendables como el beber alcohol, fumar o comer alimentos con un escaso valor nutricional sin necesidad de que la actividad física esté involucrada en la ecuación.
El estudio, publicado en la revista ‘Health & Place’, es el primero en investigar la relación entre la exposición a ambientes naturales, el deseo de una variedad de sustancias y la experimentación de emociones o sentimientos negativos. Los resultados mostraron que tener acceso a un jardín estaba asociado con una menor fuerza de deseo y frecuencia, mientras que las vistas residenciales que incorporaban más del 25% de espacio verde provocaban respuestas similares.
Ver documentales de naturaleza
Por último, una reciente investigación de la Universidad de Exeter en Inglaterra concluye que ver programas de naturaleza de alta calidad puede mejorar el estado de ánimo de las personas, reducir las emociones negativas y ayudar a aliviar el tipo de aburrimiento asociado con estar aislado en interiores. Aunque siempre en un contexto de cierto autocotrol puesto que ver la televisión durante muchas horas al día no es bueno para la salud, hasta el punto de que muchos estudios comparan sus efectos con los del tabaco o la falta de ejercicio
No obstante, los investigadores, que acaban de publicar su trabajo en el 'Journal of Environmental Psychology', señalan que también ha demostrado que experimentar la naturaleza en la realidad virtual podría tener beneficios aún mayores, impulsando sentimientos positivos y aumentando la conexión de las personas con el mundo natural.
Así pues, aún siendo totalmente consicientes de que nada puede sustituir los beneficios del contacto directo con la naturaleza y ni mucho menos llenar los ojos de belleza de la misma manera, lo cierto es que la ciencia respalda la adopción de prácticas algo más artificiales. Por lo menos hasta que el mundo vuelva por sus fueros.
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